Campus
Valentina Balboa Torres
Agosto 21, 2025
Desde apoyo escolar tras un incendio hasta rutas con personas en situación de calle, quienes conforman este grupo han demostrado su compromiso social.
Como una asignatura complementaria en la formación de cada estudiante que opta por ella, el Voluntariado UdeC se presenta como una oportunidad para desarrollar distintas habilidades y capacidades, con el fin de entregar una formación integral y con sentido social, acorde a los requerimientos de la sociedad.
En el Campus Los Ángeles este llamado ha sido acogido por un número no menor de estudiantes, quienes ya han puesto toda su disposición en una serie de actividades.
Algunas de ellas estuvieron relacionadas con intervenciones en recintos educativos, como una visita a la Escuela de Callaqui, en Alto Biobío. En esa misma área, se realizó también un importante apoyo tanto emocional como de útiles escolares a la Escuela Villucura, de Santa Bárbara, recinto que fue totalmente afectado por un incendio en mayo de este año.
Por otro lado, y durante dos meses, integrantes de esta asignatura realizaron acciones en la Fundación Vita, entidad que promueve iniciativas para mejorar la calidad de vida de las personas neurodivergentes a través de servicios terapéuticos y espacios formativos que fomenten la inclusión y participación comunitaria.
Pero las intervenciones se han extendido a otras materias, como en el caso de la participación del Voluntariado UdeC en una actividad del Programa Abriendo Caminos de la Delegación presidencial provincial de Biobío.
De igual modo, durante el primer semestre se llevó a cabo una actividad que entregó cobijo y compañía a personas en situación de calle. Fue a través de rutas realizadas en Los Ángeles que se pudo conocer la realidad de quienes no tienen un hogar.
Según explicó la jefa de Vinculación con el Medio, Valeria Pérez Chavarría, fue tras una reunión con Carolina Soto, encargada de trabajar con voluntariados de la Corporación Red Amor, que las estudiantes mostraron gran motivación para participar.
“Quisiera destacar el compromiso de nuestras estudiantes con su comunidad, pues sin pensarlo decidieron ir a apoyar esta labor, comenzando en la semana donde en nuestra comuna se activó el Código Azul por las bajas temperaturas. Lo anterior claramente logra unos de los objetivos de esta asignatura que es proporcionar una formación integral y con sentido social, tema que es clave para nuestra institución que se caracteriza por su responsabilidad social con la comunidad. Por otra parte, aporta enormemente a la creación y/o desarrollo de habilidades de las estudiantes tales como: trabajo en equipo, comunicación, creación de redes entre otras”, precisó Pérez.
De estas rutas se hizo parte Kiara Muñoz Rivera, alumna de segundo año de la carrera de Enfermería. Tras culminar con las jornadas iniciadas el pasado 25 de junio, reconoció que el impacto fue incluso mayor de lo que había pensado.
“Tuvo un mayor impacto de lo que yo pensé desde un principio. El crecimiento personal con este voluntariado es algo que aprecio mucho, me ayudó a ser consciente de las necesidades y realidades de las personas, en momentos lograba mencionarme que realmente la vocación del servicio es algo que quiero en mi vida. El aportar con un granito de arena es algo que, capaz para mí en lo personal es poco, pero cada persona a la que acudimos demostraba que era mucho más que eso. Disfruté mucho este voluntariado al momento de participar con Red Amor, son mujeres con un poder de cambio muy grande y lo transmiten en cada una de sus rutas”, compartió la alumna.
Además, reconoció un gran aprendizaje al momento de compartir con quienes están en situación de calle, hablar sobre sus historias, y conocer un poco más de su día a día.
“Aprendí a mirar más allá de la apariencia y a conocer la historia que hay detrás de cada persona a la que acudimos. Me impactó mucho darme cuenta de cuánto valoran un gesto tan simple como una conversación o una sonrisa. Estas interacciones me recalcaron la importancia de ser empáticos en esta vida, a dejar de lado los prejuicios. Sentí que, aunque no podíamos cambiar su realidad de un día para otro, el solo hecho de estar presentes ya era una diferencia, muchas personas solo necesitaban un café y un oído, y fue muy grato conocer y escuchar cada historia de fortaleza y lucha constante. También me sorprendió mucho el respeto con el que se dirigían a nosotras, siempre agradecidos y con un trato que me fortaleció mucho en las noches de frío que andábamos en ruta”, expresó Kiara.
De este modo, esperan seguir trabajando a través del Voluntariado UdeC, que si bien llega como una asignatura complementaria, se transforma en un espacio de aprendizaje y crecimiento personal, con un impacto real a la sociedad local.