opinión
Dra. Helen Díaz Páez
Agosto 30, 2022
Este próximo domingo 4 de septiembre, como ciudadanas y ciudadanos tenemos una obligación en relación al futuro de nuestro país, para lo cual deberemos adoptar una postura clara frente a la propuesta de constitución, la que será sometida a referendum, bajo las opciones de apruebo o rechazo. En esta Instancia emitirán su voto todas y todos quienes estén habilitados para sufragar, siendo obligatorio el voto para aquellos mayores de 18 años.
El proceso levantado por los chilenos y chilenas para cambiar su constitución a estado desde su inicio en los ojos del mundo, tanto por la forma en que se erigió, así como por el texto definitivo de propuesta constitucional, la cual, con sus 388 artículos y 57 normas transitorias, ha sido calificada como una constitución ecológica, por parte de la prestigiosa revista Nature.
Tras el plebiscito del 25 de octubre del año 2020, un 78% de los votantes apoyó la idea de una nueva Carta Fundamental. En esa ocasión se decidió con un porcentaje similar, el órgano encargado de redactar la propuesta, el que sería una convención constitucional de 155 miembros enteramente elegida para aquella labor y no una que estuviera integrada, también, por parte del Congreso.
Tras un año de trabajo de los constituyentes, nos encontramos frente a una propuesta de Constitución, donde se estima que 15.1 millones de chilenos deberán concurrir a su local de votación.
Sin embargo, votar no siempre fue un derecho para todos y todas, la conquista del derecho a voto en Chile ha sido un camino largo y lleno de desafíos a la participación plena que han debido superarse.
Cabe recordar que recién en 1934 se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales, y no fue sino hasta 1949 cuando se concedió el derecho a voto a las mujeres para las elecciones presidenciales y parlamentarias, participando la primera vez en la elección presidencial el año 1952.
Por eso, hoy 88 años después y cuando ideas como estas nos parecen tan lejanas, e incluso nos pueda costar explicarlas a las nuevas generaciones, es imperioso transmitir la responsabilidad que como ciudadanas y ciudadanos tenemos de cumplir con esta obligación cívica, la que se transforma en una participación constitutiva y crucial en una democracia representativa, por cuanto, otorga representación y estabilidad al sistema político.
En este escenario, como institución de educación superior, la Universidad de Concepción, ha asumido el rol de informar y proveer de espacios de dialogo con la creación del Foro Constituyente UdeC, programa nacido tras el plebiscito de entrada del 25 de octubre de 2020, como respuesta institucional al proceso constituyente. Este espacio, partió como una iniciativa de académicas y académicos y representantes de diversas reparticiones universitarias para canalizar la vocación de servicio público de la Universidad de Concepción y contribuir al debate constituyente informado a través de iniciativas de formación, investigación y vinculación con el medio
Entre las iniciativas se encuentra el curso gratuito disponible en Campus Abierto UdeC, plataforma virtual donde la comunidad puede acceder hasta el 3 de septiembre a un análisis de la propuesta de Nueva Constitución. En conjunto, entre instituciones, medios de comunicación y la comunidad en general, debemos y tenemos la obligación ética de propiciar un proceso que se apegue a la verdad en la información, de acercar los contenidos de la propuesta de la nueva constitución a la comunidad, que ningún ciudadano o ciudadana vote basado en mentiras o interpretaciones mal intencionadas, ya que entre todas y todos construiremos el Chile que queremos.