opinión
Miguel Contreras Navarrete
Octubre 19, 2021
Cuando adquirimos un producto electrónico en cualquier tienda y este guarda relación con la computación, informática, comunicaciones o uso de redes sociales, nos preguntamos ¿para esta compra estamos alfabetizados de forma suficiente sobre su uso y real aplicabilidad a nuestras necesidades? ¿Esta alfabetización debe ser Tecnológica o Científica?, ¿A qué se refiere cada una? La alfabetización tecnológica se refiere al desarrollo de conocimientos y habilidades en relación con el uso de software como de equipos tecnológicos que muchas veces relacionamos con las TIC (Tecnologías de la Información y las comunicaciones); por ejemplo, uso de aplicaciones, correos, plataformas de aprendizaje, etc. La alfabetización científica guarda la relación con el aprendizaje de los conocimientos nuevos relacionados con la ciencia que involucran indagación científica, de profundización investigativa y con especial interés hoy en el área de educación a modo de entender nuevos recursos didácticos en las aulas de clases de forma presencial y/o virtual. La diferencia para algunos investigadores radica en la estrategias y programas de acción que involucra cada una de ellas. Según la UNESCO el año 2000, la ciencia se preocupa esencialmente de comprender los fenómenos y de arribar a probar ‘verdades’ científicas, mientras que el fin de la tecnología es el de aportar soluciones a problemas concretos.
La alfabetización científica por parte de algunos investigadores es esencial para encontrar el sentido del uso de las TIC sobre las prácticas educativas y la didáctica aplicada con los recursos que la tecnología entrega, en especial a profesores y alumnos. Profesionales de la educación en Chile, que realizan investigación educativa -he tenido la oportunidad de compartir y analizar este tema-, lo plantean entre una necesidad y un derecho de todas las personas y comunidades educativas.
Es la transposición del conocimiento científico hacia conocimientos escolares, un camino necesario desde una comunidad a otra, todo un desafío que involucra la alfabetización científica como un “derecho y necesidad” para asumir el aprendizaje en el área de la educación y la formación del estudiantado. Este último está cada vez más ávido por encontrar sentido real a lo que se enseña y por ende a lo aprendido.
Con la pandemia presente tanto en los hogares, aulas de clases y en la vida misma, se nos ha obligado a ser más alfabetizados científicamente sobre diversos conceptos y tecnologías que convergen en especial en la educación. Es aquí donde las plataformas utilizadas, para dictar clases, realizar didácticas diversas en las aulas virtuales y aplicación de evaluaciones, nos lleva a preguntarnos, ¿estamos realmente alfabetizados científicamente sobre estas maneras de enfrentar la educación?, ¿entendemos lo que es la alfabetización científica de nuestras prácticas y su relación con el aprendizaje de nuestros alumnos? Las respuestas a estas interrogantes nos parecen que deben ser tratadas con prioridad por todos los actores.