opinión
Leyla Bascur Contreras
Marzo 15, 2022
A raíz de la pandemia, la vida laboral dio un giro; en algunos casos dio pie a iniciar un emprendimiento y en otros tranquilizó las agitadas jornadas, dando paso a considerar las oportunidades de especialización más al alcance. Igualmente, las empresas replantearon sus procesos observando que el acelerado desarrollo imponía nuevas necesidades en las funciones y/o habilidades de sus trabajadores.
La exigencia de los nuevos tiempos hace prioritario que los profesionales de todas las áreas continúen la profundización de sus estudios, ya sea para continuar sus carreras funcionarias como también para adquirir conocimientos técnicos de un área que aprendieron mediante la práctica.
Este tipo de formación está adquiriendo una importancia exponencial, ya que posibilita el desarrollo competitivo de las empresas y sus colaboradores, garantizando el crecimiento en la carrera profesional, sumando también al bienestar personal, aspecto que no puede ser descuidado en ninguna circunstancia por ningún organismo productivo.
Los beneficios de tomar cursos, capacitaciones, diplomas u otros programas de perfeccionamiento abren un círculo virtuoso entre la empresa y su equipo humano, y se refleja directamente en la productividad de la compañía, pero tienen un alto costo personal que se sostiene en el compromiso individual, por lo tanto, la elección del programa y la casa de estudios es aún más importante.
En el caso de los docentes, por ejemplo, realizar diplomas o cursos les abre la posibilidad de poder ser parte del equipo directivo que a su vez implica un avance en su carrera. La actualización de conocimientos o la posibilidad de adquirir nuevos, en favor de los estudiantes puede incluso mejorar la calidad de vida de una familia.
Los mismo sucede en el caso de una persona que se ha desempeñado en un mismo cargo por más de una década, adquiriendo conocimientos técnicos que al no estar certificados limita sus oportunidades de desarrollo y por lo consiguiente, vida personal también se ve afectada.
Existen muchos escenarios poco felices, pero la buena noticia es que también se visualizan bastantes opciones lo importante es confiar esta decisión de estudiar de nuevo en manos de entidades expertas que tengan el respaldo necesario para asegurar la calidad que el profesional necesita.