No olvidar la alegría de la infancia fue el mensaje que se destacó en clínica y exhibición de tenis de mesa.

La actividad fue realizada en el gimnasio del Campus Los Ángeles, donde cientos de niños y niñas participaron con importantes referentes tenimesistas.

El también llamado pingpong por muchas personas es un deporte que sin duda desafía grandemente a quienes lo practican. De hecho, solo basta comprender que se debe prestar total atención a una pequeña pelota que incluso supera los 100 kilómetros por hora.

Y fue con el objetivo de potenciar el interés en quienes están empezando este deporte o ya han hecho una joven carrera que se realizó en el gimnasio del Campus Los Ángeles una clínica y exhibición de tenis de mesa, con dos grandes invitados: Diego Sepúlveda y Felipe Olivares.

Diego, de profesión kinesiólogo, es ex seleccionado nacional y jugador internacional. Mientras que Felipe es actual campeón de los Juegos Nacionales y también jugador internacional.

Para el encargado de la Unidad de Deportes y Actividades Extraprogramáticas, Héctor Sepúlveda, traerlos hasta las dependencias del campus fue “espectacular, muchos niños y estudiantes compartieron y lo pasaron muy bien”. También agregó que la idea también era que “los niños y niñas de la ciudad conocieran sus historias y trayectoria, los vieran jugar, porque juegan más que nada en el extranjero, y que además interactuaran con ellos”.

Una experiencia que sin duda valoraron sus asistentes, como lo fue el caso de Sebastián Palma, estudiante de tercero G del Liceo Comercial Diego Portales Palazuelos. “Me parece muy bueno, ya que son grandes jugadores, han ganado varios premios y me gustaría ser como ellos. Yo soy campeón regional de los Juegos Deportivos Escolares, igual que el año pasado. Con 8 años que llevo jugando, esto me motiva a entrenar, a seguir mejorando en mi estilo”, comentó.

A sus impresiones se sumó Constanza Henríquez, también de tercer año medio, quien precisó que “es divertido estar aquí, además de compartir con los jugadores, pudimos compartir con los compañeros. Poder hablar con los jugadores fue muy llamativo. Yo juego desde hace 6 o 7 años, y he ido a campeonatos. Es una motivación verlos e inspirarse a lo que uno quiere hacer en el futuro”.

Alegría y motivación

En la instancia los jugadores profesionales junto con demostrar su destreza y experiencia también compartieron directamente con los y las menores de edad, quienes pudieron jugar con ellos, hacerles preguntas, pedirles autógrafos y sacarse fotografías.

Felipe Oliveros, luego de la experiencia, destacó el interés de quienes aprovecharon la oportunidad de aprender más sobre este deporte, e instó a no dejar fuera a quienes, en sus primeros momentos, puedan no cumplir ciertas expectativas.

“A veces quienes están más interiorizados en el tema miran a quienes son más talentosos o talentosas, pero es un factor muy pequeño porque al final la dedicación y el tiempo que uno le da al deporte que practica siempre brindará resultados a futuro, porque el que trabaja más duro tendrá mejores resultados”, expresó el deportista.

Mientras que Diego Sepúlveda invitó a no olvidar la alegría con la que se comienza en el deporte cuando se es niño o niña, manifestando que “lo que uno tiene que rescatar de los niños es cómo se divierten jugando, a veces a uno se le olvida eso con tantos años, porque estamos con otro estrés al competir, siempre queremos dar lo mejor y a veces olvidamos que empezamos jugando para divertirnos, distraernos y por salud”.