opinión
Rafael Zapata Lamana
Marzo 28, 2023
La convivencia se define como las múltiples formas de interacción entre los miembros de una comunidad. La evidencia señala que una mala convivencia escolar podría afectar negativamente el rendimiento académico y la salud integral de las comunidades. Específicamente, el comportamiento inapropiado en el aula tiende a impedir el normal desarrollo de una clase, ya que se perturba al docente y a los estudiantes, afectando el desempeño del curso y generando un ambiente tenso, lo que produce malas relaciones interpersonales.
En esta línea, las percepciones de los estudiantes sobre la convivencia de sus escuelas pueden afectar en gran medida su rendimiento académico. Una de las posibles explicaciones de este fenómeno es que el conflicto, el maltrato psicológico y verbal, y la ausencia de reglas conocidas y respetadas por todos en el aula, dañan el clima escolar y las condiciones necesarias para ello.
Estudios recientes han explorado la relación entre el rendimiento académico y la percepción del estudiante sobre la convivencia escolar desde un enfoque multidimensional en el que se destaca el impacto negativo que esto tiene sobre los niveles de indisciplina, agresividad, victimización y apatía de los docentes y el rendimiento académico. Así, la convivencia escolar puede afectar positiva o negativamente el rendimiento académico, no solo en términos de procesos de aprendizaje, sino también en diversas áreas del desarrollo personal como la percepción de bienestar subjetivo o la autoestima.
Diversos estudios, particularmente en Chile, han evidenciado que un número significativo de estudiantes percibe comportamientos negativos en sus escuelas, que la violencia verbal está ligada a burlas, insultos y amenazas, y que esta violencia puede manifestarse de manera explícita o implícita. Por ejemplo, en un estudio, el 9 % de los estudiantes informaron haber sido víctimas de acoso verbal, social o físico, ya sea directamente o a través de las redes sociales y en otro estudio, el 15,3 % experimentó acoso y victimización. La evidencia internacional ha demostrado que los estudiantes que reportan ser víctimas de bullying y acoso también presentan patrones educativos negativos, baja autopercepción de eficacia académica y bajo rendimiento académico.
En este escenario, la organización escolar es primordial e implica desarrollar estrategias que contribuyan a mejorar la convivencia y el clima escolar. Las escuelas necesitan ser en un espacio seguro, donde los estudiantes que construirán el futuro puedan experimentar un crecimiento adecuado. Es primordial que las escuelas aborden los problemas emocionales y de comportamiento causados por el acoso escolar para mejorar la experiencia educativa general de un niño. Por ello, es fundamental promover la evaluación del clima escolar, además de promover prácticas positivas y brindar apoyos pertinentes, para lograr mejoras en la calidad de vida de toda la comunidad educativa.
Si deseas profundizar en este tema, te invitamos a leer un artículo recientemente publicado por un grupo de académicas y académicos de nuestra Universidad https://www.mdpi.com/2128902. Finalmente, queremos compartir con la comunidad que desde el presente año 2023 y hasta el 2024, desde el Campus Los Ángeles de la Universidad de Concepción, lideraremos el proyecto “Clases Activas + Convivencia y Salud Mental, que tiene como propósito contribuir en la problemática recién planteada.