opinión
Francisco Alarcón Araya
Agosto 24, 2021
El constante desarrollo tecnológico que se ha experimentado en los últimos cien años, en los cuales hemos visto grandes avances de las TIC, tecnologías de la información y la comunicación, utilizadas para realizar el proceso de transmitir una idea o mensaje utilizando algún dispositivo eléctrico o electrónico, ha dado paso a nuevas formas de cómo realizamos el acto de comunicarnos, y muy importante también de cómo nos relacionamos en la actualidad, potenciada con la llegada de Internet a nuestra vida cotidiana.
Desde la invenciónn del telégrafo hasta nuestros días, en que la comunicaciónn transitó desde un proceso análogo a utilizar medios digitales que permiten múltiples formatos para representar un mensaje; a esto se ha agregado el uso de sonido, imágenes o también símbolos, una nueva forma de codificar y representar el mensaje, esta nueva forma de lenguaje nos recuerda los inicios de la escritura jeroglífica. Pero bien, qué sucede si no hablo el mismo lenguaje o no comprendo el contexto, más aún, no entiendo el sentido del mensaje que está expresando la otra persona, lo que me puede llevar a una mala interpretación de este contenido.
En este contexto surge la sociedad de la información, en la cual ahora las tecnologías facilitan la creación, difusión de contenido, como también su manipulación, permitiendo transmitir ideas, información y pensamientos, cambiando nuestro modo de vida y de cómo interactuemos socialmente. Tenemos en la actualidad un acceso “inmediato” a la información, y a su vez interacciones entre las personas a nivel global, transfiriendo conocimiento a todo el mundo, o bien dicho “el mundo en la palma de la mano”, propiciando de esta forma el debate, la diversidad de pensamiento y que éste promueva que las opiniones contribuyan a crear interacción entre las personas.
En este comienzo del siglo XXI la cultura es más compleja por la aparición de las tecnologías digitales, permitiendo acceder a una abundancia de información y a un incremento de las redes sociales de comunicación, sin embargo demasiada información o sobre saturación de información puede generar ignorancia, muchos datos provocan confusión de lo que es la realidad o de cómo se interpreta. La Educación en ese sentido tiene el rol de plantear una alfabetización para desarrollar las habilidades, competencias y conocimientos que permitan utilizar todas estas nuevas tecnologías de comunicación, para saber transformar la información en conocimiento con el fin de saber plantear un problema, analizar e interpretar con significado la información y valorar que el conocimiento puede ser información pero no toda la información es conocimiento.