Campus
Cristóbal Ramos
Octubre 18, 2024
Los resultados finales del Estudio de Investigación de Fundación Antonia en la región del Biobío entregó datos y herramientas para afrontar esta realidad.
La Fundación Antonia compartió en el Campus Los Ángeles los resultados del primer estudio sobre violencia contra la mujer en la región del Biobío. El estudio, realizado por la fundación y con financiamiento del Gobierno Regional, mostró por primera vez los datos sobre los principales tipos de violencia, los contextos y lugares que las mujeres sienten como más inseguros y algunas estrategias para trabajar a nivel individual y comunitario en educar sobre esta realidad.
“El transporte público y la calle son los lugares donde las mujeres se sienten más inseguras, porque han vivido situaciones de acoso en esos espacios. Una de las violencias que tiene mayor presencia en la región es la violencia psicológica, por lo tanto es importante abordarla y tomar medidas. ” señaló Cecilia Bocaz, directora del estudio de investigación de la Fundación Antonia y quién expuso en el Campus Los Ángeles los resultados del estudio.
El estudio presentado, llegó a 5.528 mujeres, provenientes de distintas comunas, ambientes y realidades.
Otros resultados arrojados son que la violencia de género es un fenómeno multidimensional que las mujeres reconocen como algo que existe desde la infancia, que la violencia psicológica es la que más prevalece y que las mujeres viven distintas repercusiones después de un episodio de violencia. Estos efectos repercuten en áreas como lo físico, psicológico, laboral, y lo socio comunitario.
El estudió también reveló que un 80% de mujeres de la región tiene miedo a salir a la calle de noche y que la gran mayoría, comparte su ubicación con alguien de confianza cada vez que salen de su hogar
La investigación identificó ocho tipos de violencia de género: violencia psicológica, física, sexual, digital, económica, simbólica, institucional y obstétrica. Estas pueden ocurrir una a la vez, pero por lo general se mezclan.
Casi un 70% de las encuestadas afirma haber vivido aislamiento social por parte de sus parejas, también cuestionamientos a sus capacidades y a sus planes de vida y proyecciones. Que les cuestionen sus proyectos de vida es violencia psicológica y repercute en la autoestima.
El estudio describió la violencia simbólica como una de las bases de la desigualdad de género, esta se expresa a través de cánones de belleza y roles diferenciados impuestos a hombres y mujeres, promovidos por los medios de comunicación, la publicidad, las redes sociales y que desde la infancia inculcan y promueven una manera predeterminada de ser mujer.
“Esto responde a un condicionamiento mental y se identifica también en el espacio educacional, donde por ejemplo se promueve más el deporte en los niños que en las niñas o donde la actividad científica también se vincula más a los hombres. Esta violencia del discurso influye directamente en las decisiones que una mujer toma, por ejemplo, la elección de su carrera profesional”, señaló Cecilia.
La violencia en contexto institucional se describió como la manera en que la sociedad está reglamentada en instituciones y estructuras que responden a una lógica patriarcal.
El estudio también recogió testimonios de mujeres que acudieron a las autoridades o instituciones para denunciar algún tipo de violencia, pero fueron tratadas de manera burlesca o se les adjudicó a ellas mismas la responsabilidad de la violencia recibida. Esta actitud por parte de la institucionalidad profundiza la sensación de abandono y desamparo que experimentan las víctimas y genera un nuevo episodio de violencia hacia ellas.
Algunas de las estrategias para prevenir la violencia de género y educar sobre este tema se dieron a través de ejercicios comunitarios que la Fundación Antonia generó durante la investigación y que llamaron diálogos territoriales. Estos consistieron en espacios de participación interactiva con mujeres, juntas de vecinos y distintos actores de la comunidad, quienes conversaron y debatieron el tema dando distintos puntos de vista y apreciaciones, construyendo en conjunto un entendimiento y abordaje comunitario.
Algunas de las medidas que la investigación propone para combatir la violencia de género son educación en temas de género en barrios y comunidades y también en los colegios, jardines y escuelas. También se habló de la necesidad de más leyes que regulen esta materia y de dar más apoyo en salud mental a toda la comunidad.
Bastián Urra es estudiante de trabajo social de la Universidad Santo Tomás y asistió a la charla como parte de los contenidos de un ramo
“Creo que es muy importante que los hombres nos involucremos en los temas de género. Quizás puede haber mucho esfuerzo por parte de mujeres para hablar de esto y erradicar la violencia, pero también es necesario que los hombres participen y entiendan la problemática para poder construir y participar de cambios significativos.
La charla fue organizada en conjunto por Vinculación con el Medio y la Dirección de Equidad de Género y Diversidad Sexual del Campus Los Ángeles, del cual Carmen Claudia Acuña es delegada.
“Esta es una investigación importante ya que aporta estadísticas que estarán a disposición de todos. También aporta testimonios, vivencias e información cualitativa que permite describir en detalle la violencia de género en la región. Con estos datos se pueden impulsar programas de prevención y también trabajar en medidas de reparación a las víctimas”, indicó Carmen.